Haré observaciones a cada uno de los once puntos del documento, empezando por el punto número 1
El orden de prioridades, en el documento llamado "Un nuevo Acuerdo para España", contiene "ONCE" prioridades, no sé si ha sido involuntaria la coincidencia con las siglas de la Organización Nacional de Ciegos Españoles, y totalmente casual, quiero pensar que totalmente casual aunque desde mi interior muy ajustada a la realidad, si lo que quiero destacar es la ceguera política en la elaboración del documento y sin menosprecio alguno, a las personas y a la enorme labor que viene desarrollando desde hace tantos años dicha organización benéfico protectora de los más desvalidos.
No tengo ninguna intención de hacer un pormenorizado análisis sobre su contenido, que dejo a cabezas mucho más lúcidas que la mía. sino más bien, destacar algunos asuntos omitidos y que considero esenciales, para que la población, sienta de veras que está ante una nueva generación de políticos queriendo realmente cambiar el paisaje político de España. Tal vez sea la mía una idea muy pretensiosa y nada más.
Bueno, por lo pronto, este cúmulo de intenciones reflejados en el documento analizado, comienza con una prioridad muy deseada por toda la población, llamada TRABAJO y CRECIMIENTO, en que además de indicar que se pondrán enseguida a trabajar en la creación de un nuevo Estatuto de los Trabajadores, sostienen que derogarán la Reforma Laboral de 2012 y recuperarán los derechos laborales arrebatados por dicha reforma laboral. Para acto seguido, indicar los puntos sobre los se incidirá, entre los que no figuran para nada, lo de los 45 días de indemnización por año trabajado que existían con anterioridad a la reforma ante un despido improcedente, es por ello, y por otras muchas modificaciones muy beneficiosas para los empresarios que se dieron en dicha reforma, que nadie espere que habrá derogación alguna de la Reforma Laboral, sino tan sólo un ligero maquillaje al respecto. Si realmente se pretende una derogación y recuperar los derechos laborales arrebatados como indica el documento, no hay más que revivir, o volver a darles vida a las normas que fueron sustituidas, las normas legales anteriores a la reforma laboral para devolver a los trabajadores todos los derechos arrebatados, en lugar de llamar derogación a lo que no lo es. Antes de que me suban el SMI, me devuelvan los derechos que me han sido arrebatados y luego me suban el sueldo, y no que me vacían de derechos y garantías laborales, y luego me dan una propina para que calle todo el enorme daño que supuso para una generación.
En otro orden de cosas, y ya más metido en la idea de reformas laborales estructurales necesarias, constato una enorme ceguera de los firmantes del documento, cuando no hacen mención alguna a la reforma urgente e inmediata que precisa la Jurisdicción Social o Laboral, o acaso no conocen, que un trabajador si es violentado en sus derechos laborales y denuncia dichas vejaciones o ilegalidades, además del preceptivo acto de conciliación que puede verse en 15 o 30 días, luego tiene que acudir a la vía judicial donde puede admitirse la denuncia y acordar señalamiento de juicio, a un año vista para el acto del juicio y otro año más, ya en ejecución del fallo pueda realmente cobrar, ha pensado algunos de los firmante del documento, cómo se puede vivir sin el salario que le niega el empresario de forma injusta, un trabajador, cómo puede hacer éste frente a los recibos del agua, la luz, el gas, la hipoteca, alimentación de su familia, etc...., todos ellos recibos mensuales y que no perdonan, durante dos o tres años que dura el proceso de recuperar sus derechos laborales arrebatados. me temo que la respuesta es que NO. Caso contrario, es por aquí por donde tenían que haber empezado los cambios, yo recuerdo y añoro los años 70 y 80 en que los Jueces de lo Laboral, no tardaban más de un mes en señalar la fecha del juicio y la Sentencia en un plazo aproximado de tres meses desde la fecha de la denuncia laboral. Recuperemos los derechos laborales pero en serio, no distrayendo al personal sobre otras cosas no esenciales, que ya somos todos adultos. De que nos sirven derechos laborales sin garantías en caso de necesitar ejercerlos, cuando resulta que me puedo morir por inanición por el camino. Es evidente, y dañan la vista los derechos laborales arrebatados, sin visos de recuperación real de ellos, por el probable gobierno de España en ciernes.
Me pregunto finalmente, si en la elaboración del nuevo Estatuto de los Trabajadores, primarán realmente los derechos de los trabajadores o se afianzarán los logros conquistados por los empresarios, hasta ahora únicos y exclusivos beneficiarios de toda reforma laboral.